lunes, 17 de octubre de 2022

 OSTEOARTRITIS


La principal causa de dolor articular en el mundo



Según la OMS para el año 2020 más de 570 millones de personas padecían de Osteoartritis (Artrosis), siendo esta la enfermedad articular más frecuente, la principal causa de artritis y la causa más común de dolor articular a nivel mundial. La misma afecta a casi el 50% de la población mayor de 60 años, y el 30% de ellos terminará sufriendo algún grado de discapacidad o incapacidad.


La Osteoartritis es una enfermedad articular por lo general de progresión lenta y que suele afectar a individuos de mediana o avanzada edad. El Signo patológico propio de la enfermedad es la pérdida del cartílago hialino de la articulación, sin embargo, limitarla a esto es insuficiente ya que realmente termina por afectar o debilitar todos los componentes articulares, como lo son el hueso, los tendones, músculos, membrana sinovial y cápsula articular.





Por todo esto nos pasearemos por algunos puntos que nos ayudarán a comprender mejor esta entidad, tales como:


  • ¿Qué factores favorecen su aparición?

  • ¿Qué articulaciones se afectan con más frecuencia?

  • ¿Cómo es el dolor típico y cómo diferenciarlo de otras causas de dolor?

  • ¿Cómo podemos tratarla?



FACTORES DE RIESGO


Para que una persona o más específicamente una articulación sea susceptible de desarrollar osteoartritis, deben existir factores extrínsecos a la articulación, factores propios o intrínsecos a la articulación y/o factores relacionados con el uso, carga que debe soportar dicha articulación.


Factores Extra-articulares


  • Edad: aquí encontramos a la edad o más bien al envejecimiento como el factor más importante. Resulta extremadamente raro encontrar personas menores de 40 años con síntomas y/o radiología sugestiva de artrosis, sin embargo hasta el 50% de los mayores de 70 años presentan signos radiológicos y el 30% desarrolla síntomas.

  • Sexo: Esta es una condición que puede afectar tanto a hombres como a mujeres, sin embargo, estas ultimas tienen un riesgo mayor de presentarla, encontrandose 2 mujeres afectadas por cada hombre.

  • Herencia: factores genéticos o las etnias se han tratado de relacionar con esta enfermedad y aunque se han encontrado algunas asociaciones como es el caso de la transmisibilidad de algunos genes con la artrosis en las manos, o la artrosis de cadera en hombres caucasicos, o la artrosis de rodilla en población china o afroamericana, ninguna de estas asociaciones ha sido confirmada ni han demostrado tener mayor importancia que el propio envejecimiento.



Factores Intrínsecos

 

  • Daño previo articular: Lesiones articulares como las producidas en traumatismos, durante la realización de deportes o posterior a infecciones entre otras causas, pueden producir cambios anatómicos y de la mecánica del movimiento que podrían favorecer el desarrollo de artrosis.

  • Debilidad articular: La debilidad o el desgarro de músculos, tendones, ligamentos y/o demás estructuras que protegen o forman parte de la articulación también pueden intervenir en la génesis de la artrosis.

  • Alineación defectuosa de las articulaciones: Esto ocurre con frecuencia a nivel de las rodillas en el Varo o Valgo de las mismas (lo que solemos llamar rodillas en arco o en “X” respectivamente) y generan una distribución desigual de las cargas sobre las articulaciones que puede favorecer la aparición de artrosis.




  • Deficiencias en la sensibilidad: Es de mencionar que el cartílago como tal no posee sensibilidad, por lo que la lesión del mismo no genera dolor hasta que se encuentran comprometidas otras estructuras. Además que la transmisión nerviosa se puede ver afectada con la edad. Ambos factores podrían favorecer el desarrollo de lesiones y el posterior desarrollo de osteoartritis.



Factores relacionados con el Uso (Carga)


  • Obesidad: Por mucho después de la edad este representa el factor más importante, ya que un aumento de peso en una unidad transmite hasta 6 veces ese valor a las articulaciones como la rodilla cuando el individuo se encuentra de pie. El peso representa un factor más importante en mujeres que en hombres y es un elemento difícil de controlar y que la osteoartritis conlleva a un aumento de la inactividad que a su vez favorece a más sobrepeso, entrando así a un círculo vicioso.

  • Uso repetitivo: El uso repetitivo de una articulación como ocurre en profesiones como la agricultura o la minería, o en algunas actividades deportivas o recreativas pueden favorecer el desarrollo de artrosis en especial en articulaciones previamente lesionadas.




ARTICULACIONES MÁS AFECTADAS


La artrosis puede afectar en teoría a cualquier articulación con cápsula sinovial, sin embargo existen algunas que son notablemente afectadas con mayor frecuencia, tales como:

  • La rodilla: En donde representa la causa más frecuente de dolor.

  • La cadera: La cual se afecta con frecuencia en hombres caucasicos o al menos en un tercio de las personas con artrosis de rodilla o alineación defectuosa de las mismas.

  • La columna vertebral: Siendo la región cervical y lumbar las más afectadas.

  • Las manos: muy especialmente las articulaciones de los dedos (interfalángicas) y la base del pulgar.

  • Pie: Específicamente la base del primer dedo (1era metatarsofalángica).





Es de recalcar que se respetan articulaciones como la de la muñeca, codo, hombro y el tobillo, lo que resulta importante para diferenciar a la artrosis con otras causas de artritis y dolor articular como por ejemplo en la artritis reumatoidea, en la cual no se compromete la columna vertebral pero si la muñeca, el codo y/o el hombro. Además es sumamente característico que la artritis reumatoidea afecta la muñeca y las articulaciones metacarpofalángicas (uniones de los dedos a las manos), y a nivel del pie todas todas las articulaciones metatarsofalángicas (uniones de los dedos al pie).





CARACTERÍSTICAS DEL DOLOR


En cuanto a las características del dolor, debemos decir que el dolor de la artrosis se engloba dentro de lo que en medicina llamamos un dolor de tipo mecánico, el cual se caracteriza por:


  • Aparece y se exacerba con la actividad.

  • Mejora con el reposo.

  • Aparece en forma súbita o repentina.

  • No despierta al paciente pero puede dificultar el inicio del sueño.

  • Puede presentar rigidez matutina pero suele durar menos de 30 min.

  • La tumefacción de la articulación no suele ser un rasgo tan característico.

  • No hay por lo general síntomas sistémicos.


Esto debemos diferenciarlo del dolor de tipo inflamatorio, típico de entre otras enfermedades de la artritis reumatoidea, el cual suele ser un dolor que aparece en reposo y mejora con la actividad, aparece lenta y progresivamente, en donde la rigidez matutina de las articulaciones es característicamente mayor de 1 hora, que suele despertar a los pacientes durante la noche y en donde la tumefacción articular y los síntomas sistémicos están presentes con frecuencia.



DIAGNÓSTICO


El diagnóstico se basa principalmente en la clínica que hemos ya tratado y la radiología, ya que no existen pruebas hematológicas específicas para tal fin, al punto de que la realización de pruebas de sangre en forma sistemática en pacientes con artrosis no está indicada.


En cuanto a la radiología hay que mencionar que existen signos radiológicos sugestivos de que se presenta artrosis en una articulación, sin embargo, la misma no siempre es concordante con la clínica del paciente, en el sentido de que en muchas ocasiones la clínica es mucho más severa de lo que los rayos X simples pueden aparentar, y esto seguramente es a consecuencia de que muchas de las estructuras que se pueden afectar en la artrosis como los tendones, músculos y cápsula articular no son visibles a en una rayos X. En ese sentido la realización de una Resonancia Magnética de la articulación nos podría aportar más información sobre dichos componentes articulares. A pesar de esto último hay que aclarar que la realización de una resonancia magnética está reservada para casos específicos y no es parte rutinaria de la evaluación de todo paciente con síntomas de artrosis.


Por último podemos mencionar la realización de punciones para el estudio de líquido articular, la cual puede resultar de mucha utilidad sobre todo en el descarte de otras enfermedades inflamatorias de la articulación o en procesos infecciosos.



TRATAMIENTO

 

Lo enfocaremos desde dos puntos de vista. El tratamiento no farmacológico y el farmacológico.


No Farmacológico:


  • Pérdida de Peso: Este representa probablemente el punto más importante dentro de la terapéutica. La pérdida de 10 libras (aprox. 4,5 kilos) en un período tan largo como 10 años, disminuye hasta en un 50% la probabilidad de desarrollar osteoartritis y disminuye los síntomas en aquellos que ya la sufren.

  • Ejercicio: Se tienen las mismas consideraciones con respecto a este punto, ya que la práctica del ejercicio, y el fortalecimiento de los músculos y demás estructuras que forman parte de la articulación y/o que la rodean y protegen, reduce la probabilidad de lesiones, de desarrollar artrosis, mejora la mecánica articular y puede hasta mejorar los síntomas. En este punto un médico especialista en medicina física y rehabilitación juega un rol fundamental, y que él mismo determinará el grado de lesión de una articulación, así como la carga y el tipo de ejercicio apropiado en cada caso.

  • Terapias Alternativas: El uso de tinas o aguas termales, los masajes y/o otras técnicas como la acupuntura, han demostrado en algunos pacientes la disminución del dolor en forma aguda, sin embargo no existe suficiente evidencia que demuestre su efectividad a mediano y largo plazo, por lo cual no forman parte indispensable de la terapéutica recomendada.

  • Cirugía: Las misma puede ir desde una artroscopia mínimamente invasiva con limpieza y/o desbridamiento, hasta un reemplazo total de la articulación. Los resultados son controversiales porque en muchas ocasiones los pacientes no refieren mejoría de los síntomas, por lo que la opción quirúrgica se reserva para casos avanzados y debe evaluarse en función de cada paciente.

Tratamiento Farmacológico:


  • Analgesicos: representan el punto central de la terapéutica, la cual se enfoca en gran medida en el alivio del dolor. Medicamentos como el paracetamol, AINES (como el ibuprofeno, ketoprofeno o diclofenac), o inhibidores de la COX2 (Celecoxib) son utilizados con bastante éxito para disminuir el dolor y la inflamación, sin evitar que la enfermedad progrese. Hay que mencionar que el uso prolongado de estos medicamentos y a dosis altas, genera con frecuencia problemas por lo general asociados a la esfera gastrointestinal (gastritis y/o hemorragias digestivas superiores), y en casos más severo pueden a llegar a generar incluso daño hepático y/o renal.

  • Infiltración intraarticular: El uso de glucocorticoides y Ácido Hialurónico a nivel intraarticular alivia los síntomas en forma transitoria pero tampoco disminuye la progresión de la enfermedad.

  • Duloxetina: Este medicamento ha sido aprobado para el tratamiento del dolor articular crónico, con resultados en ocasiones favorables y en otros no tanto.

  • Glucosamina y Condroitina: Su uso no tiene evidencia suficiente como para recomendar su uso en forma sistémica, sin embargo muchos los siguen recomendando como parte de la terapia.

  • Opiáceo: Fármacos como la Codeína o la Lidocaína se reservan para casos de dolor que no respondan a los analgesicos tradicionales pero de forma puntual, ya que su uso se asocia a dependencia farmacológica sin que mejore el pronóstico definitivo de la enfermedad.


En conclusión, vivimos en una sociedad con una expectativa de vida cada vez mayor, donde factores como la obesidad son cada vez más frecuentes y juegan un rol en la génesis de la osteoartritis, asi mismo la artrosis representa la principal causa de artritis y dolor articular, por lo cual el reconocimiento de sus síntomas resulta importante, asi como el control de peso y la realización de ejercicio representaran probablemente nuestra principal arma preventiva y terapéutica.



lunes, 10 de octubre de 2022

 DEMENCIAS: 


Mucho más que solo problemas de memoria


Para el año 2020 las demencias afectaron a más de 50 millones de personas en todo el mundo y según estimaciones habrá más de 80 millones de afectados para el año 2030 y más de 150 millones para el 2050. 


Entre el 5 y el 8% de la población de 65 años o más sufre de algún tipo de demencia.Y es que las demencias representan la principal causa de discapacidad y dependencia entre las personas mayores en el mundo entero. Estas generan un impacto desgarrador en quien la sufre y en sus familiares los cuales son, por lo general, los principales cuidadores.


La demencia es un síndrome, generalmente de naturaleza crónica y progresiva, caracterizado por el deterioro de la función cognitiva, es decir, de la capacidad para procesar el pensamiento. La misma afecta en gran medida a la  memoria, sin embargo es muy simplista limitarlo a eso, ya que también se ven afectados otros componentes como el pensamiento, la orientación, la comprensión, la capacidad de cálculo, el aprendizaje, el lenguaje y el juicio. Este deterioro cognitivo suele estar acompañado y en ocasiones precedido de deterioro del control emocional, del comportamiento y de la motivación.



Por estas razones es que quiero compartir algunos puntos que nos harán comprender mejor esta entidad, tales como:

  • ¿Cuáles son los tipos de demencia?

  • ¿Cuáles son sus síntomas a lo largo de su evolución?

  • ¿Cuáles son sus medidas terapéuticas?

  • ¿Qué podemos hacer para prevenirla?



TIPOS DE DEMENCIAS


Alzheimer


Al hablar de demencias, sus tipos y sus causas es imposible no empezar mencionando al Alzheimer, ya que el mismo representa la principal causa de demencias a nivel mundial en personas mayores. Entre el 60 y el 70% de los casos de deterioro lento y progresivo de la memoria en pacientes mayores de 70 años son consecuencia del Alzheimer.


Los síntomas iniciales son normalmente pequeños olvidos que pueden incluso parecer inocentes que evolucionan progresivamente. Pero también pueden existir otros síntomas tempranos como la dificultad para manejar dinero, dificultad para conducir vehículos, para realizar compras, seguir instrucciones, aprender nuevas palabras u orientarse espacialmente.



Demencia Cerebrovascular


La demencia cerebrovascular se encuentra entre las causas más frecuentes  de demencias en personas mayores de 70 años, las mismas se pueden presentar como una entidad única o acompañada de Alzheimer, lo cual suele ser difícil de determinar y diferenciar. El antecedente de una apoplejía, más frecuentemente relacionada a infartos cerebrales que a hemorragias, y una evolución irregular asociada a estos episodios vasculares orienta a su diagnóstico.


La presencia de hipertensión, arritmias cardiacas (tales como la fibrilación auricular) o la evidencia de microinfartos cerebrales también son hallazgos fuertemente sugestivos de este tipo de demencia.



Demencia Frontotemporal


Un 9% de todos los casos de demencia se presentan en población menor de 65 años, lo que se conoce como demencias de inicio precoz o de aparición temprana, y en la mayoría de los casos es producida por la llamada demencia frontotemporal. La misma es más frecuente en varones y hasta en un 20% de los casos se logran identificar antecedentes de familiares con este tipo de demencia. Al inicio no son los trastornos de memoria la característica más resaltante, sino que se afecta primordialmente la personalidad, con pérdida del control de impulsos, lo que puede llevar incluso a conductas agresivas, se presenta dificultad para las interacciones sociales, pueden haber conductas compulsivas como la ingesta profusa de comida e incluso trastornos del lenguaje, apatía y deficiencia de algunas funciones motoras.



Demencias por Alcohol y Drogas


Otros tipos frecuentes de demencias son las asociadas a causas como el consumo de alcohol y/o drogas. Ambas situaciones cursan con deterioro cognitivo que de eliminarse las causas pueden ser reversibles, pero de mantenerse en el tiempo se presentan como una demencia irreversible con todas sus manifestaciones clínicas.


Otras Demencias asociadas a causas menos frecuentes como:


  • Deficiencias de vitamina: Como los déficit de Vitamina B1 y B12.

  • Deficiencias endocrinas: Como el Hipotiroidismo.

  • Deficiencias orgánicas: Como la insuficiencia hepática y la insuficiencia renal.

  • Infecciones: Como las infecciones asociadas a VIH, Tuberculosis Meníngea o neurosífilis.

  • Lesiones cerebrales: Como traumatismos craneoencefálicos.

  • Tumores: Ya sean primarios o metastásicos.

  • Enfermedades Psiquiátricas: Como la esquizofrenia y la depresión. 



Síntomas y evolución de las demencias


Para desarrollar lo que son los síntomas y la evolución clínica de las demencias más comunes como lo son el Alzheimer y las demencias vasculares, es necesario profundizar un poco en algunos conceptos como lo son los diferentes tipos de deterioro cognitivo, pasando del delirio hasta el trastorno cognitivo grave y la demencia.


Delirio: sin entrar en grandes detalles podemos decir que en el delirio encontramos un forma de deterioro cognitivo el cual se presenta por lo general en forma aguda y rápida, en el transcurso frecuentemente de minutos, horas o máximo días. Además podemos identificar muchas veces una causa que lo desencadena y que al desaparecer la misma normalmente desaparecen los síntomas. El delirio puede presentarse a cualquier edad y no es precisamente la memoria el proceso del pensamiento más afectado, sino la consciencia del individuo con respecto a su entorno. Se puede presentar con somnolencia o incluso como agitación, con percepciones erradas de la realidad que rodea a la persona, al punto que puede percibir a amigos o familiares como personas extrañas, empleados o incluso como enemigos.


Trastorno cognitivo leve: El mismo es un trastorno que se presenta generalmente en edades mayores de los 65 años, se instaura en forma lenta y progresiva al punto que puede llegar a pasar desapercibido durante mucho tiempo. En este caso suele ser la memoria la primera área afectada, pero también puede afectarse el lenguaje e incluso algunas funciones motoras. Sin embargo en estos casos el grado de afección no es lo suficientemente grave como para evitar que el individuo vea afectada su vida en forma significativa o continúe siendo una persona funcional dentro de la sociedad. La importancia de este radica en que en general se acepta que corresponde a una fase inicial de demencia, por lo que su identificación y la aplicación de medidas adecuadas podrían ralentizar su evolución.


Trastorno cognitivo grave: En este punto, como su nombre lo indica, el deterioro cognitivo es tan grande que afecta la vida y la funcionalidad del individuo dentro de la sociedad, ya puede haber compromiso de todos los componentes del pensamiento y existirán diferentes grados de dependencia e incapacidad.


Se hace necesario aclarar que existen diferentes criterios para clasificar a un deterioro cognitivo como una demencia dependiendo si nos basamos en las asociaciones científicas americanas (las cuales utilizan los criterios establecidos en el DSM V), o las asociaciones europeas (las cuales se basan en los criterios del CIE-10). Para los americanos el punto fuerte de la diferenciación se hace en función de la gravedad de los síntomas y su grado de influencia en la vida del paciente, mientras que las asociaciones europeas introducen un criterio temporal, en el cual los síntomas deben estar presentes por al menos 6 meses para considerar un trastorno cognitivo como una demencia. Ahora, sin importar en cuales criterios te quieras basar, los síntomas y la evolución clínica será similar en ambos casos.



EVOLUCIÓN DE LAS DEMENCIAS


Conociendo ya estos conceptos básicos podemos ubicar los síntomas de las demencias más comunes como el Alzheimer y las demencias vasculares dentro de 3 momentos evolutivos:


Etapa Inicial: Esta etapa se hace presente lenta y progresivamente en forma de un deterioro cognitivo leve que puede incluso pasar desapercibido por mucho tiempo, y se caracteriza por:

  • Tendencia al olvido

  • Pérdida de la noción del tiempo

  • Desubicación espacial incluso en lugares ya conocidos.


Ahora bien, los olvidos no son experiencias exclusivas de las personas que desarrollan demencia. A decir verdad la inmensa mayoría de los problemas de memoria en personas menores de 65 años no corresponden o no están asociados a demencias. Para poder distinguir estas situaciones es necesario conocer un poco más sobre el proceso de la memoria.


La memoria es un proceso que se desarrolla en 3 etapas:

  1. La codificación: La cual consiste en la transformación de los impulsos que percibimos a través de los órganos de los sentidos en señales que puedan ser procesadas por nuestro cerebro. En esta etapa juega un papel fundamental la atención y la concentración, ya que si no prestamos atención a los estímulos no seremos capaces de generar recuerdos a partir de ellos.
  2. El almacenamiento: Que consiste en la organización y fijación de esas señales en forma estructurada en nuestro cerebro. En esta fase juega un papel primordial la repetición, ya que entre más se repita una información, más fija quedará la misma en nuestro cerebro.

  3. La recuperación: consiste en la evocación de estas señales en forma de recuerdos.


Es importante aclarar que la mayor parte de los problemas que refieren los pacientes jóvenes con respecto a su memoria están relacionados a problemas de atención y/o concentración, mientras que en las demencias se ven también afectados los procesos de almacenamiento y recuperación.


Etapas Intermedias: En esta etapa hay una evolución de los síntomas observados anteriormente, afectando la vida y funcionalidad del paciente a diferentes grados. Se observan:

  • Desubicación incluso en su propio hogar.

  • Dificultad para la comunicación (olvida palabras).

  • Empieza a necesitar apoyo para el aseo y cuidado personal.

  • Experimenta cambios en el comportamiento, como por ejemplo deambulación sin sentido y la repetición de preguntas.


Etapas avanzadas: En estas la dependencia de los cuidadores por parte de la persona es total ó casi total e incluso pueden hacerse presente claros síntomas físicos en especial en la esfera motora. Los pacientes presentan:

  • Desubicación casi constante en tiempo y espacio.

  • No reconocen a familiares y amigos.

  • No pueden ocuparse de su cuidado personal.

  • Puede haber dificultades para caminar u otras actividades motoras.

  • Se exacerban las alteraciones del comportamiento llegando incluso a la agresión.



TRATAMIENTO


En este aspecto se deben tocar 2 aspectos: el tratamiento farmacológico y las medidas no farmacológicas.


En cuanto al tratamiento farmacológico específico de las demencias debemos decir que existen medicamentos aprobados para su uso específico en Alzheimer, tales como el Donepezilo, Rivastigmina, Galantamina y Memantina. Los mismos han demostrado disminuir la velocidad de progresión de la demencia por Alzheimer, sin embargo, en ningún caso han demostrado efecto curativo o detener por completo su evolución.


También es de mencionar que son comunes en pacientes con demencia el uso de medicamentos como los antipsicóticos, antidepresivos, ansiolíticos, relajantes e hipnóticos, para el control de síntomas asociados a la demencia, pero a pesar de su utilidad en casos específicos hay que aclarar también que al igual que el grupo anterior no tienen un efecto curativo ni detienen la progresión de enfermedad, sin embargo su efecto sobre el control de los síntomas puede ser significativo.


Por último, el tratamiento de enfermedades coexistentes como la hipertensión, diabetes, hipotiroidismo, depresión o cualquier otra, está indicado como parte importante de la terapia de estos pacientes.


En cuanto a las medidas no farmacológicas, debemos decir que la fisioterapia en forma de terapia conductual, terapia ocupacional e incluso como terapia del lenguaje pueden contribuir a mantener y prolongar las diferentes funciones del individuo así como su independencia. Así mismo la creación de un ambiente seguro y cómodo para el paciente juega un rol fundamental, ya que lugares como las cocinas, baños y escaleras pueden ser lugares inseguros e incómodos para estos pacientes. La colocación de carteles o apoyos en lugares estratégicos podrían ser de gran ayuda. Un tercer aspecto entre las medidas no farmacológicas, pero aún así no menos importante, sería el apoyo tanto físico como emocional a los cuidadores, ya que ellos juegan un rol fundamental en el tratamiento y soportan una gran carga de estrés y trabajo que puede llegar a ser abrumadora. La contratación de personal que colabore con los cuidados o involucrar a toda la familia en el proceso son alternativas para mejorar la situación.



PREVENCIÓN


Existen medidas que resultan obvias al tratar de prevenir no solo esta entidad sino muchas otras, tales como:

  • Dejar de fumar.

  • Evitar el uso nocivo y excesivo de alcohol.

  • Controlar el peso.

  • Mantener una alimentación saludable

  • El control de enfermedades como la hipertensión, diabetes, hipotiroidismo y depresión.



Sin embargo, quisiera enfatizar en la realización de ejercicios, ya que esta medida es la única medida no farmacológica que ha demostrado con evidencia disminuir la probabilidad de desarrollar demencias por Alzheimer y demencias vasculares. De igual forma vale la pena mencionar que el bajo nivel educativo, el aislamiento social y la inactividad cognitiva se han asociado a un mayor riesgo de desarrollar demencia, por lo que participar en actividades grupales, educativas o la adquisición de nuevas habilidades como por ejemplo aprender un nuevo idioma, podrían ser consideradas como actividades preventivas en contra de las demencias.




domingo, 2 de octubre de 2022

 STOP CÁNCER


Puede prevenirse y curarse


El  cáncer es la principal causa de muerte a nivel mundial. Según cifras de la OMS, para el año 2020 se le atribuyen más de 10 millones de fallecimientos, lo que equivale a una de cada 6 muertes. Pero hoy en día los casos de cáncer pueden ser oportunamente detectados y tratados con éxito, evitando estas muertes; no solo eso, sino que la mayoría de los cánceres más comunes tienen medidas preventivas que pueden ser muy eficaces.


Entre estos tipos de cáncer encontramos que para el 2020, el cáncer de mama fue el más frecuente a nivel mundial con más de 2.28 millones de casos, seguido en segundo lugar por el cáncer de pulmón con alrededor de 2.21 millones. A continuación encontramos el cáncer colorrectal con 1.98 millones de casos, el cáncer de próstata (1.41 M), los cánceres de piel diferentes al Melanoma (1,20 M) y el cáncer gástrico (1.09 M).



Si nos referimos a los que producen más fallecimiento, encontramos algunas similitudes, pero en este caso es el cáncer de pulmón el que ocupa el primer lugar con más de 1.8 millones de fallecimientos a consecuencia del mismo. A continuación encontramos el cáncer colorrectal que produjo 916 mil fallecimientos, el cáncer hepático (830 mil), el cáncer gástrico (769 mil) y el cáncer de mama (685 mil).


Pero lo interesante de todos estos números es que la mayor parte de estos cánceres tienen medidas preventivas específicas bastante efectivas, y no solo eso, sino que la mayoría de ellos si son detectados oportunamente poseen un alto porcentaje de curación. Es por esto que quiero desarrollar algunos puntos que todos deberíamos conocer acerca del cáncer, tales como:


  • ¿Qué es?

  • ¿Cómo se produce?

  • ¿Cuáles son sus síntomas precoces?

  • ¿Cómo podemos prevenirlo?


Pero empecemos hablando de la célula, la cual desde el punto de vista biológico es la  unidad más pequeña de vida. Las mismas forman cada uno de nuestros tejidos y órganos, y poseen características diferentes, dependiendo del tejido del cual forman parte. Entre las características celulares está su capacidad de reproducción, la cual está regulada por diversos y complejos mecanismos codificados en el ADN de sus núcleos.




¿Qué es el cáncer?


Cuando ocurren mutaciones celulares que generan la pérdida de los mecanismos de control sobre la reproducción celular estaremos en presencia de alguna forma de cáncer. Entonces, el cáncer es un término genérico utilizado para designar un amplio grupo de enfermedades que pueden afectar a cualquier parte del organismo y cuya característica definitoria es la reproducción rápida de células anormales que se extienden más allá de sus límites habituales y pueden invadir partes cercanas del cuerpo o propagarse a otros órganos a distancia, a esto último se le denomina Metástasis.



¿Cómo se produce?


La forma en la cual se produce un cáncer obedece a un proceso que puede durar años, el cual suele consistir en la transformación de células normales a lesiones precancerosas y posteriormente a un tumor maligno. Pero esto ocurre como resultado de factores genéticos propios de cada individuo, con agentes físicos (como la radiación ultravioleta del sol), agentes químicos (como el humo de tabaco o químicos en alimentos y bebidas) y con agentes biológicos  (virus, bacterias o parásitos).


¿Cuáles son sus síntomas?


Para responder a esto debemos tomar en cuenta dos consideraciones: La primera es que muchos cánceres pueden ser prácticamente asintomáticos durante mucho tiempo. En segundo lugar, es que cada tipo de cáncer dará síntomas diferentes dependiendo de los órganos y tejidos afectados. A pesar de ello, la mayoría puede cursar con una serie de síntomas generales.


  • Variaciones de peso: empecemos por el que probablemente es el más conocido de todos y también el más común, como lo es la pérdida de peso. Una pérdida de peso de entre 4 y 5 kilos (aprox. 10 libras) sin que la misma esté asociada a un régimen dietético o a la práctica de ejercicio debe siempre ser adecuadamente evaluada y descartar la existencia de un cáncer oculto como su causa. Lo que no sabe todo el mundo es que una ganancia de peso similar sin una causa que lo justifique también puede ser un síntoma de cáncer.

  • Cansancio o agotamiento: la fatiga sin causa justificada y que no mejora con el descanso suele ser un síntoma precoz de cáncer, y el mismo se exacerba progresivamente a medida que el cáncer avanza.

  • Fiebre: Casi todos los pacientes con cáncer experimentan en algún momento de su evolución fiebre, sin embargo esta tiende a ser un síntoma tardío más relacionado a la propagación de un cáncer; excepto en el caso de algunos Linfomas y Leucemias en las cuales la fiebre puede presentarse en forma precoz y muchas veces acompañada de sudoración a predominio nocturno.

  • Cambios en la Piel: El oscurecimiento de la piel (hiperpigmentación), o la coloración amarillenta de la piel, ojos y mucosas (ictericia), el enrojecimiento (eritema) o la sensación de picor (prurito) e incluso el crecimiento excesivo de vello, son algunas de las manifestaciones que pueden presentar algunos tipos de cáncer.

  • Cambios de patrones fisiológicos: el cambio de patrones como por ejemplo el evacuatorio o el miccional pueden estar relacionados a algunos tipos frecuentes de cáncer. Pasar de estreñimiento a diarreas sin justificaciones aparentes, o viceversa, el cambio en la consistencia o forma de las heces o la presencia de sangre en las misma debe ser evaluada adecuadamente. Así mismo el aumento o disminución de la frecuencia y el volumen al orinar o el cambio de color en las orinas y la sangre en las misma; o los cambio en los ciclos menstruales de las mujeres deben llamar nuestra atención.

  • Sangrados: el sangrado al toser, ó a través de las encías, la sangre en las heces o la orina, ó la presencia de moretones sin justificación en especial si los mismos no son dolorosos pueden asociarse a algunos tipos de cáncer.

  • Dolor: la aparición de un dolor sin causa aparente, sobre todo si el mismo es persistente o no responde a analgésicos tradicionales, ó si ocurre un cambio de patrón en un dolor previamente recurrente como las migrañas o dolores menstruales, puede relacionarse algunos tipos de cáncer.

  • Otros: Tos y ronquera persistente, dificultad para deglutir, aumento en la frecuencia de infecciones, lesiones orales como úlceras o los problemas de cicatrización también pueden ser síntomas precoces.



Prevención


En cuanto a la prevención hay que decir que al igual que con los síntomas, cada tipo de cáncer tendrá probablemente medidas preventivas específicas, sin embargo se mencionan a continuación algunas medidas generales comunes a muchos de los cánceres más frecuentes.


  • Dejar de fumar: Las personas fumadoras tienen un riesgo de 1 a 3 veces mayor de morir a consecuencia de cáncer que los no fumadores, y no sólo en relación al cáncer de pulmón que obviamente es el más relacionado al cigarrillo sino también a otros tipos como el e laringe, traquea, esófago, riñón, vejiga, páncreas y estomago.

  • Aumento de la actividad física: aunque no se conoce exactamente el mecanismo por el cual esto ocurre, el aumento de la actividad física se relaciona con una disminución del riesgo a desarrollar cáncer de colón y mama.

  • Dieta: Se hacen muchas menciones de dietas antioxidantes, anti cancerosas o incluso los beneficios de dietas veganas o vegetarianas contra el cáncer, sin embargo si hablamos de evidencia sólida sólo se ha logrado relacionar las dietas altas en grasas con el desarrollo de algunos tipos de cáncer como el cáncer de mama, colon próstata y útero.

  • Sobrepeso y Obesidad: así mismo, el sobrepeso se relaciona con un aumento de la probabilidad de desarrollar cáncer de colon, hígado, ovario y de cáncer de mama en mujeres postmenopáusicas.

  • Vacunación: No existen vacunas específicas contra el cáncer a pesar de que existen muchos estudios en progreso relacionados con ello. No obstante la relación tan importante entre algunas enfermedades con algunos tipos de cáncer como por ejemplo la infección por hepatitis B con el hepatocarcinoma o la infección por VPH con el cáncer de cuello uterino, hacen que la vacunación contra estas dos enfermedades sea una medida preventiva indispensable en contra de estos tipos de cáncer.

  • Otras: Medidas como el uso de protección solar, el evitar agentes radioactivos (Rayos X) o la eliminación de infecciones como la del Helicobacter a nivel estomacal también forman parte de la prevención.


Antes de finalizar quiero hacer una mención especial de las pruebas de despistajes de cáncer, las cuales cuando son utilizadas de forma adecuada son una herramienta indispensable para el diagnóstico oportuno del cáncer. Sin embargo, de no existir indicación para su realización, las mismas solo someten a los pacientes a una tensión innecesaria, además de significar un gasto de recursos que no aumenta la detección ni las posibilidades de curación. Hagamos un ejemplo: si una persona de 30 años, sin antecedentes de riesgos ni síntomas se realiza una tomografía de tórax o una colonoscopia lo más probable es que no tengan ningún tipo de beneficio ni hallazgo. Por otra parte, un paciente de 60 años, conocido fumador con un consumo de más de 30 paquetes de cigarrillos por año; ó conocido con una poliposis intestinal; la realización de una tomografía de tórax cada para de años o una rectosigmoidoscopia anual podría estar perfectamente indicada.



Pero como ya hemos mencionado, la frecuencia de los diferentes canceres varia según la edad, el sexo o la población, pero es un hecho actual que 2 de cada 3 pacientes con cáncer puede ser curado de ser diagnósticado precozmente; por tanto, si usted pertenece a una población de riesgo o presenta síntomas sospechosos, consulte a su medico para que el mismo elabore el plan de estudio más apropiado para su caso.


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