lunes, 10 de octubre de 2022

 DEMENCIAS: 


Mucho más que solo problemas de memoria


Para el año 2020 las demencias afectaron a más de 50 millones de personas en todo el mundo y según estimaciones habrá más de 80 millones de afectados para el año 2030 y más de 150 millones para el 2050. 


Entre el 5 y el 8% de la población de 65 años o más sufre de algún tipo de demencia.Y es que las demencias representan la principal causa de discapacidad y dependencia entre las personas mayores en el mundo entero. Estas generan un impacto desgarrador en quien la sufre y en sus familiares los cuales son, por lo general, los principales cuidadores.


La demencia es un síndrome, generalmente de naturaleza crónica y progresiva, caracterizado por el deterioro de la función cognitiva, es decir, de la capacidad para procesar el pensamiento. La misma afecta en gran medida a la  memoria, sin embargo es muy simplista limitarlo a eso, ya que también se ven afectados otros componentes como el pensamiento, la orientación, la comprensión, la capacidad de cálculo, el aprendizaje, el lenguaje y el juicio. Este deterioro cognitivo suele estar acompañado y en ocasiones precedido de deterioro del control emocional, del comportamiento y de la motivación.



Por estas razones es que quiero compartir algunos puntos que nos harán comprender mejor esta entidad, tales como:

  • ¿Cuáles son los tipos de demencia?

  • ¿Cuáles son sus síntomas a lo largo de su evolución?

  • ¿Cuáles son sus medidas terapéuticas?

  • ¿Qué podemos hacer para prevenirla?



TIPOS DE DEMENCIAS


Alzheimer


Al hablar de demencias, sus tipos y sus causas es imposible no empezar mencionando al Alzheimer, ya que el mismo representa la principal causa de demencias a nivel mundial en personas mayores. Entre el 60 y el 70% de los casos de deterioro lento y progresivo de la memoria en pacientes mayores de 70 años son consecuencia del Alzheimer.


Los síntomas iniciales son normalmente pequeños olvidos que pueden incluso parecer inocentes que evolucionan progresivamente. Pero también pueden existir otros síntomas tempranos como la dificultad para manejar dinero, dificultad para conducir vehículos, para realizar compras, seguir instrucciones, aprender nuevas palabras u orientarse espacialmente.



Demencia Cerebrovascular


La demencia cerebrovascular se encuentra entre las causas más frecuentes  de demencias en personas mayores de 70 años, las mismas se pueden presentar como una entidad única o acompañada de Alzheimer, lo cual suele ser difícil de determinar y diferenciar. El antecedente de una apoplejía, más frecuentemente relacionada a infartos cerebrales que a hemorragias, y una evolución irregular asociada a estos episodios vasculares orienta a su diagnóstico.


La presencia de hipertensión, arritmias cardiacas (tales como la fibrilación auricular) o la evidencia de microinfartos cerebrales también son hallazgos fuertemente sugestivos de este tipo de demencia.



Demencia Frontotemporal


Un 9% de todos los casos de demencia se presentan en población menor de 65 años, lo que se conoce como demencias de inicio precoz o de aparición temprana, y en la mayoría de los casos es producida por la llamada demencia frontotemporal. La misma es más frecuente en varones y hasta en un 20% de los casos se logran identificar antecedentes de familiares con este tipo de demencia. Al inicio no son los trastornos de memoria la característica más resaltante, sino que se afecta primordialmente la personalidad, con pérdida del control de impulsos, lo que puede llevar incluso a conductas agresivas, se presenta dificultad para las interacciones sociales, pueden haber conductas compulsivas como la ingesta profusa de comida e incluso trastornos del lenguaje, apatía y deficiencia de algunas funciones motoras.



Demencias por Alcohol y Drogas


Otros tipos frecuentes de demencias son las asociadas a causas como el consumo de alcohol y/o drogas. Ambas situaciones cursan con deterioro cognitivo que de eliminarse las causas pueden ser reversibles, pero de mantenerse en el tiempo se presentan como una demencia irreversible con todas sus manifestaciones clínicas.


Otras Demencias asociadas a causas menos frecuentes como:


  • Deficiencias de vitamina: Como los déficit de Vitamina B1 y B12.

  • Deficiencias endocrinas: Como el Hipotiroidismo.

  • Deficiencias orgánicas: Como la insuficiencia hepática y la insuficiencia renal.

  • Infecciones: Como las infecciones asociadas a VIH, Tuberculosis Meníngea o neurosífilis.

  • Lesiones cerebrales: Como traumatismos craneoencefálicos.

  • Tumores: Ya sean primarios o metastásicos.

  • Enfermedades Psiquiátricas: Como la esquizofrenia y la depresión. 



Síntomas y evolución de las demencias


Para desarrollar lo que son los síntomas y la evolución clínica de las demencias más comunes como lo son el Alzheimer y las demencias vasculares, es necesario profundizar un poco en algunos conceptos como lo son los diferentes tipos de deterioro cognitivo, pasando del delirio hasta el trastorno cognitivo grave y la demencia.


Delirio: sin entrar en grandes detalles podemos decir que en el delirio encontramos un forma de deterioro cognitivo el cual se presenta por lo general en forma aguda y rápida, en el transcurso frecuentemente de minutos, horas o máximo días. Además podemos identificar muchas veces una causa que lo desencadena y que al desaparecer la misma normalmente desaparecen los síntomas. El delirio puede presentarse a cualquier edad y no es precisamente la memoria el proceso del pensamiento más afectado, sino la consciencia del individuo con respecto a su entorno. Se puede presentar con somnolencia o incluso como agitación, con percepciones erradas de la realidad que rodea a la persona, al punto que puede percibir a amigos o familiares como personas extrañas, empleados o incluso como enemigos.


Trastorno cognitivo leve: El mismo es un trastorno que se presenta generalmente en edades mayores de los 65 años, se instaura en forma lenta y progresiva al punto que puede llegar a pasar desapercibido durante mucho tiempo. En este caso suele ser la memoria la primera área afectada, pero también puede afectarse el lenguaje e incluso algunas funciones motoras. Sin embargo en estos casos el grado de afección no es lo suficientemente grave como para evitar que el individuo vea afectada su vida en forma significativa o continúe siendo una persona funcional dentro de la sociedad. La importancia de este radica en que en general se acepta que corresponde a una fase inicial de demencia, por lo que su identificación y la aplicación de medidas adecuadas podrían ralentizar su evolución.


Trastorno cognitivo grave: En este punto, como su nombre lo indica, el deterioro cognitivo es tan grande que afecta la vida y la funcionalidad del individuo dentro de la sociedad, ya puede haber compromiso de todos los componentes del pensamiento y existirán diferentes grados de dependencia e incapacidad.


Se hace necesario aclarar que existen diferentes criterios para clasificar a un deterioro cognitivo como una demencia dependiendo si nos basamos en las asociaciones científicas americanas (las cuales utilizan los criterios establecidos en el DSM V), o las asociaciones europeas (las cuales se basan en los criterios del CIE-10). Para los americanos el punto fuerte de la diferenciación se hace en función de la gravedad de los síntomas y su grado de influencia en la vida del paciente, mientras que las asociaciones europeas introducen un criterio temporal, en el cual los síntomas deben estar presentes por al menos 6 meses para considerar un trastorno cognitivo como una demencia. Ahora, sin importar en cuales criterios te quieras basar, los síntomas y la evolución clínica será similar en ambos casos.



EVOLUCIÓN DE LAS DEMENCIAS


Conociendo ya estos conceptos básicos podemos ubicar los síntomas de las demencias más comunes como el Alzheimer y las demencias vasculares dentro de 3 momentos evolutivos:


Etapa Inicial: Esta etapa se hace presente lenta y progresivamente en forma de un deterioro cognitivo leve que puede incluso pasar desapercibido por mucho tiempo, y se caracteriza por:

  • Tendencia al olvido

  • Pérdida de la noción del tiempo

  • Desubicación espacial incluso en lugares ya conocidos.


Ahora bien, los olvidos no son experiencias exclusivas de las personas que desarrollan demencia. A decir verdad la inmensa mayoría de los problemas de memoria en personas menores de 65 años no corresponden o no están asociados a demencias. Para poder distinguir estas situaciones es necesario conocer un poco más sobre el proceso de la memoria.


La memoria es un proceso que se desarrolla en 3 etapas:

  1. La codificación: La cual consiste en la transformación de los impulsos que percibimos a través de los órganos de los sentidos en señales que puedan ser procesadas por nuestro cerebro. En esta etapa juega un papel fundamental la atención y la concentración, ya que si no prestamos atención a los estímulos no seremos capaces de generar recuerdos a partir de ellos.
  2. El almacenamiento: Que consiste en la organización y fijación de esas señales en forma estructurada en nuestro cerebro. En esta fase juega un papel primordial la repetición, ya que entre más se repita una información, más fija quedará la misma en nuestro cerebro.

  3. La recuperación: consiste en la evocación de estas señales en forma de recuerdos.


Es importante aclarar que la mayor parte de los problemas que refieren los pacientes jóvenes con respecto a su memoria están relacionados a problemas de atención y/o concentración, mientras que en las demencias se ven también afectados los procesos de almacenamiento y recuperación.


Etapas Intermedias: En esta etapa hay una evolución de los síntomas observados anteriormente, afectando la vida y funcionalidad del paciente a diferentes grados. Se observan:

  • Desubicación incluso en su propio hogar.

  • Dificultad para la comunicación (olvida palabras).

  • Empieza a necesitar apoyo para el aseo y cuidado personal.

  • Experimenta cambios en el comportamiento, como por ejemplo deambulación sin sentido y la repetición de preguntas.


Etapas avanzadas: En estas la dependencia de los cuidadores por parte de la persona es total ó casi total e incluso pueden hacerse presente claros síntomas físicos en especial en la esfera motora. Los pacientes presentan:

  • Desubicación casi constante en tiempo y espacio.

  • No reconocen a familiares y amigos.

  • No pueden ocuparse de su cuidado personal.

  • Puede haber dificultades para caminar u otras actividades motoras.

  • Se exacerban las alteraciones del comportamiento llegando incluso a la agresión.



TRATAMIENTO


En este aspecto se deben tocar 2 aspectos: el tratamiento farmacológico y las medidas no farmacológicas.


En cuanto al tratamiento farmacológico específico de las demencias debemos decir que existen medicamentos aprobados para su uso específico en Alzheimer, tales como el Donepezilo, Rivastigmina, Galantamina y Memantina. Los mismos han demostrado disminuir la velocidad de progresión de la demencia por Alzheimer, sin embargo, en ningún caso han demostrado efecto curativo o detener por completo su evolución.


También es de mencionar que son comunes en pacientes con demencia el uso de medicamentos como los antipsicóticos, antidepresivos, ansiolíticos, relajantes e hipnóticos, para el control de síntomas asociados a la demencia, pero a pesar de su utilidad en casos específicos hay que aclarar también que al igual que el grupo anterior no tienen un efecto curativo ni detienen la progresión de enfermedad, sin embargo su efecto sobre el control de los síntomas puede ser significativo.


Por último, el tratamiento de enfermedades coexistentes como la hipertensión, diabetes, hipotiroidismo, depresión o cualquier otra, está indicado como parte importante de la terapia de estos pacientes.


En cuanto a las medidas no farmacológicas, debemos decir que la fisioterapia en forma de terapia conductual, terapia ocupacional e incluso como terapia del lenguaje pueden contribuir a mantener y prolongar las diferentes funciones del individuo así como su independencia. Así mismo la creación de un ambiente seguro y cómodo para el paciente juega un rol fundamental, ya que lugares como las cocinas, baños y escaleras pueden ser lugares inseguros e incómodos para estos pacientes. La colocación de carteles o apoyos en lugares estratégicos podrían ser de gran ayuda. Un tercer aspecto entre las medidas no farmacológicas, pero aún así no menos importante, sería el apoyo tanto físico como emocional a los cuidadores, ya que ellos juegan un rol fundamental en el tratamiento y soportan una gran carga de estrés y trabajo que puede llegar a ser abrumadora. La contratación de personal que colabore con los cuidados o involucrar a toda la familia en el proceso son alternativas para mejorar la situación.



PREVENCIÓN


Existen medidas que resultan obvias al tratar de prevenir no solo esta entidad sino muchas otras, tales como:

  • Dejar de fumar.

  • Evitar el uso nocivo y excesivo de alcohol.

  • Controlar el peso.

  • Mantener una alimentación saludable

  • El control de enfermedades como la hipertensión, diabetes, hipotiroidismo y depresión.



Sin embargo, quisiera enfatizar en la realización de ejercicios, ya que esta medida es la única medida no farmacológica que ha demostrado con evidencia disminuir la probabilidad de desarrollar demencias por Alzheimer y demencias vasculares. De igual forma vale la pena mencionar que el bajo nivel educativo, el aislamiento social y la inactividad cognitiva se han asociado a un mayor riesgo de desarrollar demencia, por lo que participar en actividades grupales, educativas o la adquisición de nuevas habilidades como por ejemplo aprender un nuevo idioma, podrían ser consideradas como actividades preventivas en contra de las demencias.




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