viernes, 23 de septiembre de 2022

 DIABETES


Cuatro cosas que debes saber sobre ella


El número de personas diabéticas en el mundo pasó de ser menos de 100 millones en los años 80 a más de 400 millones para la década pasada. Para el año 2019 se estima que más de 1,5 millones de personas murieron a consecuencia de esta enfermedad y en algunas poblaciones el porcentaje de pacientes diabéticos sobrepasa el 10% y si hablamos de resistencia a la insulina podríamos llegar incluso al 30%.


La diabetes es una de las principales causas de ceguera del adulto, amputación de los miembros inferiores e insuficiencia renal a nivel mundial; además de estar asociada al aumento de la probabilidad de desarrollar enfermedad coronaria, infarto, accidentes cerebrovasculares (ACV) e infecciones. También puede producir efectos en múltiples órganos y sistemas incluyendo por ejemplo la disfunción sexual en hombres.


Sin embargo, la diabetes es una enfermedad que en muchos casos podemos prevenir y es por ello que quiero comentarte 4 cosas que todos deben saber acerca de la diabetes, tales como:


  • ¿Qué es y cuáles son sus tipos?

  • ¿Cuáles son sus síntomas?

  • ¿Cómo se diagnóstica?

  • ¿Cómo prevenirla?


Pero primero recordemos unos conceptos básicos, empezando con el páncreas, la cual es una glándula de forma alargada, ubicada en la parte posterior de nuestro abdomen, por debajo del estómago. La misma interviene en nuestra digestión a través de la producción de enzimas; e interviene en muchos aspectos de nuestro metabolismo a través de la producción de hormonas. Y es precisamente en las células beta del pancrea, donde se produce la hormona insulina, la cual cumple muchas funciones pero sin duda alguna, la más importante de todas es la estimulación de la absorción de glucosa de la sangre por las diferentes células del organismo en especial de las células musculares. Esta absorción de glucosa por los órganos, obviamente generará variaciones en los niveles de glucosa en sangre, lo cual afectará a su vez la liberación de insulina por el páncreas.




Entonces, ¿Qué es la diabetes?


La diabetes comprende un grupo de trastornos metabólicos que tienen como característica común el aumento de los valores de glucosa en sangre, y esto se debe por lo general a trastornos en la producción de insulina ó a que la insulina es incapaz de estimular la absorción de glucosa por los diferentes órganos.


De esto se desprende que la diabetes realmente no es una enfermedad única, sino que podemos encontrar diferentes tipos, y cada tipo tendrá bases fisiopatológicas diferentes, afectará a diferentes tipos de personas, reciben diferentes enfoques terapéuticos y tendrán medidas preventivas diferentes.


Encontramos 4 diferentes grupos de diabetes:


  • Grupo I: En este grupo encontramos a la diabetes tipo 1 ó diabetes juvenil, anteriormente llamada diabetes insulino dependiente (término actualmente no usado).

  • Grupo II: En el cual se encuentra la diabetes tipo 2 ó diabetes del adulto, anteriormente conocida como diabetes no insulino dependiente (término igualmente en desuso).

  • Grupo III: En este grupo encontramos una larga lista de diabetes producidas por diferentes causas como por ejemplo la enfermedad pancreática, o diabetes asociadas a trastornos genéticos, al consumo de medicamentos tales como los esteroides o asociadas a otras enfermedades.

  • Grupo IV: finalmente en este grupo encontramos a la diabetes gestacional, la cual es un proceso propio del embarazo y que se diagnostica y culmina durante el embarazo; por lo cual hay que diferenciarlo de pacientes con diabetes de otras causas las cuales están embarazadas.


En este artículo nos enfocaremos en los dos primeros grupos y en especial en la diabetes tipo 2.



Diabetes Tipo 1


Es conocida como diabetes del joven, ya que la misma se manifiesta por lo general en niños y adolescentes, aunque hoy en día se sabe que puede presentarse también en personas mayores. La misma no guarda relación con la herencia, lo que quiere decir que no es necesario tener padres o familiares diabéticos para desarrollarla. Se presenta por lo general en pacientes delgados y el problema en este caso se relaciona con la incapacidad del páncreas de producir insulina a niveles necesarios para mantener los valores de glucosa en sangre dentro de rangos óptimos. Esto se debe con frecuencia a la destrucción de las células Beta del páncreas por anticuerpos, lo que va a ocasionar que estos pacientes tengan niveles bajos de insulina en sangre pero glucemias elevadas. Es así entonces que la terapia de estos pacientes consiste desde el punto de vista farmacológico en la administración de insulina.



Diabetes Tipo 2


Representa la causa más frecuente de diabetes en el mundo, es la llamada diabetes del adulto, sin embargo debido a la alta relación que tiene con la obesidad se encuentra cada vez en forma más frecuente en personas jóvenes e incluso niños. Tiene una alta influencia de la herencia, llegando a incrementarse el riesgo de desarrollar diabetes en más de un 40% en caso de que los padres sean conocidos como diabéticos. En estos pacientes lo que ocurre es que la insulina es incapaz de estimular la absorción de glucosa por los órganos, a lo que se le conoce como resistencia a la insulina. En etapas iniciales, estos pacientes presentan incluso valores altos de insulina en sangre en un intento del organismo de compensar la falta de actividad de la insulina, pero como la misma no actúa, los valores de glucosa en sangre irán aumentando progresivamente. Son precisamente esos pacientes en fases iniciales, clasificados aún como pacientes con síndrome de resistencia a la insulina y no como diabetes los que tienen una gran importancia desde el punto de vista de la prevención, ya que con las medidas adecuadas podría evitarse la evolución a diabetes tipo 2.



¿Cuáles son los síntomas de la diabetes?


La verdad es que la diabetes puede pasar por mucho tiempo por desapercibida, por lo que resulta importante reconocer inicialmente a aquellos pacientes con factores de riesgo para desarrollarla, tales como: la presencia de padres diabéticos, el sobrepeso y/o la obesidad, el hábito tabáquico, el sedentarismo, la presencia de condiciones como la hipertensión o niveles altos de colesterol en sangre o el consumo de medicamentos como los esteroides.


Así mismo, muchos de los síntomas que tradicionalmente se le atribuyen a la diabetes son manifestaciones propias de sus complicaciones tales como la pérdida de la visión, o la pérdida de sensibilidad, infecciones, lesiones en miembros inferiores e incluso síntomas de enfermedad coronaria. En este punto generalmente estaremos en presencia de una paciente con más de 10 años de evolución, lo cual es un punto bastante tardío.


Pero cuando nos referimos a síntomas relacionados directamente con la diabetes y las cifras elevadas de glucosa en sangre tenemos que mencionar que estos pacientes normalmente presenta un aumento de la sensación de sed y el consumo de agua (polidipsia), un aumento de la sensación de hambre y consumo de alimentos (polifagia), y un aumento de la frecuencia y el volumen miccional (poliurea). A esta tríada clásica en medicina se le conocen como las 3 “P”.



¿Cómo se diagnóstica la diabetes?


Para esto utilizamos principalmente dos pruebas: la glucemia en ayunas (entendiéndose como ayuno un periodo de tiempo de al menos 8 horas) y la hemoglobina glicosilada, la cual cada día toma más valor. Recordemos que la hemoglobina es una proteína que se encuentra en el interior de nuestros glóbulos rojos y que se encarga de transportar el oxígeno en la sangre. Pero ocurre que la glucosa es capaz de unirse a la hemoglobina y formar hemoglobina glicosilada (HgB A1c). Entre más glucosa tengamos en sangre, mayor será el porcentaje de hemoglobina glicosilada también. No solo esto, sino que la hemoglobina tiene una vida media de 3 meses, lo que quiere decir que la hemoglobina glicosilada sera una referencia de como se encuentran los valores de glucosa en sangre durante los últimos 3 meses.


Conociendo esto, nos referimos a valores normales de glicemia en ayunas entre 60-110 mg/dL, mientras que la hemoglobina glicosilada debe estar por debajo de 5,7%. Así mismo es de saber que hay un grupo de pacientes que podrían tener glucemias en ayuna entre los 110 mg/dL y menos de 126 mg/dL, a estos pacientes no se les considera aún como diabéticos y se les clasifica como pacientes con glicemias alteradas en ayuno. Si además poseen hemoglobinas glicosiladas entre los 5,7 y menos de 6,5% se pueden clasificar como síndrome de resistencia a la insulina.


Pero para hablar propiamente de diabetes debemos mencionar varios criterios o situaciones:

  • El primer caso y probablemente el más grave y evidente es aquel donde una persona presenta glucemia aleatoria (en cualquier momento del dîa, sin necesidad de encontrarse en ayuno) mayor o igual a 200 mg/dL con síntomas clásicos de diabetes (polidipsia, polifagea y poliurea).

  • En el segundo caso se requieren glucemias en ayuno en al menos dos oportunidades dos oportunidades mayores o iguales a 126 mg/dL y/o hemoglobina glicosilada de 6,5 % o más.

  • El tercer caso obedece a los pacientes que se les realiza una carga oral de glucosa (prueba que cada día se encuentra más en desuso), la cual consiste en darle a la persona una solución glucosada generalmente de 75 gr de glucosa. Se  le registran las glucemias antes de la administración, a los 5, 30, 60 y 120 min. aquellos pacientes con valores iguales o mayores a 200 mg/dL a las 2 horas de la administración de la solución, son diagnosticados como diabéticos. También hay que mencionar que si los valores se encuentran entre los 140 y los 200 mg/dL se clasifican como resistencia a la insulina.



¿Cómo podemos prevenir la diabetes?


La prevención va orientada a pacientes con resistencia a la insulina y a pacientes con diabetes tipo 2 en etapas iniciales y el punto clave de la misma es el control de peso a través de la dieta y el ejercicio. Existen estudios que han demostrado que la reducción de un 10% del peso en paciente diabéticos llevó al 90% de los pacientes a controlar los valores de glucemia y a la desaparición de los síntomas. 


La dieta juega un papel fundamental en el control de peso, sin embargo determinar que dieta es la mas apropiada para cada paciente puede ser un verdadero desafío, por lo que las sugerencias van dirigidas a reducir el consumo de harinas procesadas y el consumo de alimentos con azúcar agregada como los refrescos y dulces comerciales; además de aumentar el consumo de vegetales y frutas; Si estas medidas no nos ayudan a mejorar nuestro peso, podríamos considerar el consultar a un especialista en nutrición.


Pero se debe hacer especial énfasis en la práctica de ejercicio, ya que la misma, es lo único que ha demostrado la disminución de la resistencia a la insulina incluso en pacientes que no pierden peso; por lo que al igual que en otras situaciones se recomienda realizar ejercicio entre 5 y 6 veces por semana al menos entre 30 y 60 min por día.


Otras medidas como el dejar de fumar, el control adecuado de las cifras tensionales en pacientes hipertensos y mejorar los valores de colesterol en sangre juegan también un rol importante.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente artículo

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